1. Acusaciones de Feijóo y contexto político
En una comparecencia ante la prensa el pasado 24 de mayo, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de “dinamitar la cohesión territorial” a golpe de pactos con formaciones nacionalistas. Feijóo sostuvo que los acuerdos parlamentarios suscritos con ERC, Junts y el PNV para aprobar leyes clave —como la amnistía o la reforma del sistema de financiación autonómica— han “criminalizado el concepto de unidad nacional”. “Es inadmisible que un Ejecutivo recurra a cesiones identitarias para asegurar su supervivencia, poniendo en riesgo la integridad de España”, declaró el ex presidente de la Xunta. Con estas palabras, Feijóo pretende colocar en el centro del debate electoral la supuesta fractura que, a su juicio, fomentan las concesiones a los poderes territoriales, convirtiendo cada pacto en una amenaza para el proyecto común.
2. Críticas al modelo de “gobierno a trozos”
Feijóo describió la actual legislatura como un “gobierno a trozos”, donde cada ley o decreto se negocia de forma bilateral con partidos cuya prioridad es “la construcción de estados paralelos”. En su intervención acusó a Sánchez de actuar con “cobardía política” al ceder competencias en materia de educación y lengua, así como de asumir demandas fiscales del País Vasco y Cataluña que, según él, “favorecen desigualdades”. “Cuando la defensa de la unidad pasa a segundo plano, se abona el terreno para el agravio comparativo y el separatismo”, alertó el líder popular, que reclama un pacto constitucional que restablezca “líneas rojas” innegociables. Feijóo advirtió de que, de mantenerse esta dinámica, la identificación de los ciudadanos con la nación española se erosionará gradualmente.

3. Respuesta del Gobierno y defensa del consenso
Fuentes del Ejecutivo replicaron de inmediato las declaraciones de Feijóo, acusándole de “hipocresía” por olvidar los pactos autonómicos firmados por el PP en comunidades como Madrid, Murcia o Andalucía. El portavoz del Gobierno, tras el Consejo de Ministros del día 25 de mayo, defendió que la política de alianzas responde a “una visión plurinacional de España” y a “la riqueza de la diversidad cultural y lingüística”. “Gobernar implica diálogo y acuerdos; no existe una sola forma de entender el Estado y el PP conoce bien la utilidad del consenso para sacar adelante leyes”, subrayó. Además, recordaron que el pacto con formaciones nacionalistas incluye cláusulas de “respeto mutuo” y salvaguardas para garantizar que ninguna medida vulnere la igualdad de los ciudadanos ante la ley.
4. Reacción de los partidos nacionalistas
Los partidos independentistas y forales han recibido con satisfacción el discurso de Feijóo, al que acusan de “teatro electoralista”. ERC lamentó que el PP “menosprecie los derechos históricos de los territorios”, mientras Junts advirtió que “las piezas sueltas de una gobernanza centralista no resolverán las aspiraciones de autogobierno” y convocó manifestaciones en Barcelona. El PNV, por su parte, emitió una nota en la que califica las críticas del PP de “vacías de contenido” y recuerda que el actual sistema de financiación autonómica fue aprobado con el respaldo popular en 2002. “Feijóo parece olvidar que la descentralización es tan constitucional como el propio artículo 2”, señalaron desde Sabin Etxea, sede de los jeltzales.
5. Debate público y cobertura mediática
En medios de comunicación y redes sociales, el enfrentamiento se ha instalado como eje de debate: tertulias matinales discuten si los pactos son contraproducentes o inevitable reflejo de una España plural; influencers publican encuestas de opinión sobre federalismo y encendidos hilos en Twitter defienden la “unidad sin uniformidad”. Artículos de opinión critican tanto la “visión unanimista” del PP como la “visión identitaria” del Gobierno, reclamando un “diálogo que trascienda la crispación”. Mientras tanto, sectores empresariales han manifestado preocupación por la inseguridad jurídica derivada de ciertas concesiones territoriales, apuntando a la necesidad de un marco estable para la inversión y el crecimiento.
6. Escenarios futuros y próxima cita electoral
A pocas semanas de las elecciones autonómicas y municipales de junio, este pulso político adquiere carácter estratégico. Feijóo busca capitalizar la reivindicación de la unidad frente al “régimen de coalición” de Sánchez, mientras el PSOE trata de presentar sus alianzas como modelo de gobernanza útil para el cambio social y la modernización territorial. Analistas coinciden en que, de ganar terreno el discurso de la unidad, el debate sobre la reforma constitucional podría acelerar y convertirse en propuesta electoral. Sin embargo, si prevalece la narrativa de la plurinacionalidad, el PSOE consolidará su base territorial. El resultado condicionará tanto la estabilidad del próximo Gobierno central como las renegociaciones de competencias entre el Estado y las autonomías.
